Los deseos paganos
Nuestra costumbre: el fuego.
Somos dos seres ávidos.
Mi voluntad chispea
para vivir el día
y encontrar en su ardor
la misma causa.
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Nuestra costumbre: el fuego.
Somos dos seres ávidos.
Mi voluntad chispea
para vivir el día
y encontrar en su ardor
la misma causa.
La Poesía de Aurelio González Ovies
Nuestra costumbre: el fuego.
Somos dos seres ávidos.
Mi voluntad chispea
para vivir el día
y encontrar en su ardor
la misma causa.
Aurelio González Ovies
Un homenaje de
Entonces Aurelio
Es la suya una obra rotunda, vigorosa,
que posee la fuerza abarcadora de
la más inocente potencia natural.
Su voz concilia miríadas de voces,
multitud de reflejos irisados.
Voz que se asemeja al mar,
confín de todas las cosas:
de él se genera cuanto existe
y a él regresa.
Miguel Florián
(Prólogo de “Esta luz tan breve” España)
La sobriedad; la ausencia de imágenes
o de adjetivos que no sean
absolutamente necesarios para expresar
lo que, por vía lógica, es inexplicable;
el tono grave; el ritmo mantenido
sabiamente (...)
Y de toda esa personalidad
sobria y melancólica está
hecho este libro.
José Hierro
(Prólogo de "En presente" España)
El branu podría ser somorguiase
nes páxines qu'Aurelio Ovies trabaya
con manes d'artesanu humilde,
d'escultor sinceru
que saca de la tierra más probeta-
yo la figura más noble.
Sí, el centro del universu
tamién ta en Bañugues.
Pablo Texón (España)
Aurelio nos lleva,
con su palabra humana y conmovedora,
a la esencia de las cosas,
a lo más profundo de la realidad;
por eso podemos decir que,
haciendo suya la máxima machadiana,
su poesía es palabra en el tiempo.
Anabel Sáiz Ripoll (España)
La poesía de Aurelio
está dotada de una gran belleza
y profundidad, que se disfruta
abandonándose completamente a ella,
y en la cual se encuentran a esos
seres maravillosos -humildes, sencillos-
que marcaron nuestra vida.
Alejandra Moglia (Argentina)
Es que Dios, y los elementos naturales,
y el subir y bajar del espíritu
en busca de un poco de agua
y aquel recuerdo de los momentos
livianos y trágicos de una infancia lejana
se conjugan en la poesía volcánica,
majestuosa, amorosa y llena de soledad
y de escudriñamientos de González Ovies.
Delfina Acosta (Paraguay)
Entonces, Aurelio no es un poeta
que se lea, sino un modo de ser
que se profesa, y que se acepta así,
sencillamente, como la vida,
como la luz, como el agua.
Como la felicidad cuando tan
sencilla y tan así,
por fin te encuentra.
María García Esperón (México)
Miravoz
En la prensa de Asturias
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- A qué sabe la muerte?
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- Atrás, al fondo del vacío
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- Deudas pendientes
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